domingo, 2 de agosto de 2009

Reencarna

Morir sin despertarte,
sin amanecer de nuevo,
entre sus brazos,
sobre sus piernas.

Observar tu cuerpo inerte,
en una noche oscura,
en un día brillante.

Despertarte ante la luz
sin importarte nada,
dejándolo todo,
abandonándolo todo.

Morir sin tus recuerdos,
sin que dure la agonía,
morir de una vez,
sin esperarlo todo,
morir en la palabra
y volver a nacer de nuevo,
contigo a mi costado.

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