viernes, 24 de julio de 2009

Vida mía

El sol de tu mirada,
el sabor de tus labios,
la suavidad de tus manos,
son algunos de los poemas
que inspiran mi alma.

Tu rostro observando mis pensamientos,
tus ojos hablándome en silencio,
tu voz acicalando mis oídos,
son algunos de los recuerdos
que cargo entre mis manos,
como queriéndoles alejar
del tiempo traicionero,
que se lleva lo que has vivido.

Y si ya no tardas en mi camino,
si estás aquí y ya no en mis recuerdos,
si puedo tocarte y sentirte plena,
solo entonces y sólo así,
moriré en toda mi tristeza,
para resucitar, muy vivo, en tu alegría.

Adiós

En este, como en todos mis adioses,
estoy listo para olvidarte…

Junto a ti se marcharan
las tardes vestidas de naranja
con tibia brisa
acariciando nuestro rostro.

En tu equipaje llevarás,
un jardín de rosas rojas,
tulipanes amarillos
y claveles color noche.

Pero jamás olvidaré
y jamás podrás llevarte,
el tiempo en que amanecía
contigo entre mis brazos.

martes, 21 de julio de 2009

Momento

Que la noche quede intacta
después de haber explorado
tu desnudez absoluta.

Que la noche quede intacta
después de haber visitado
tus rincones exquisitos.

He llegado hasta tus labios,
(tras un bosque perfumado)
luego de cruzar…
un sendero envenenado,
con pócimas de ilusión…

Me detengo en ese oasis,
para quedarme envenenado
y no muero, no puedo
son pócimas de ilusión

Que la noche quede intacta,
que no se confunda con el tiempo,
que no hable, que no diga,
que no se lleve este momento.

viernes, 17 de julio de 2009

Promesa

Ya no podrás huir de esta noche tibia,
noche sola sin lunas ni estrellas,
porque el cielo es mi promesa.

Apenas si podrán escaparse tu aliento,
tus quejidos y tus sentidos,
mientras mis labios… humedecen tu piel.

Y llévame en ese éxtasis,
cuando mis labios atrapen tus labios…
allí, donde es más fuerte, tu aroma de mujer.

Y mientras nuestras almas
se confunden en purpura,
mientras nos hacemos uno,
mientras tu voz se escucha lejos,
tan solo puedo imaginar,
las mil veces que he de regresar
a este templo profanado,
porque después de haberte amado,
quiero seguir amándote mujer.