viernes, 24 de julio de 2009

Vida mía

El sol de tu mirada,
el sabor de tus labios,
la suavidad de tus manos,
son algunos de los poemas
que inspiran mi alma.

Tu rostro observando mis pensamientos,
tus ojos hablándome en silencio,
tu voz acicalando mis oídos,
son algunos de los recuerdos
que cargo entre mis manos,
como queriéndoles alejar
del tiempo traicionero,
que se lleva lo que has vivido.

Y si ya no tardas en mi camino,
si estás aquí y ya no en mis recuerdos,
si puedo tocarte y sentirte plena,
solo entonces y sólo así,
moriré en toda mi tristeza,
para resucitar, muy vivo, en tu alegría.

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