jueves, 14 de octubre de 2010

Otra vez

Las dos de la madrugada
y en el humo del cigarrillo
que encendí segundos antes,
se escapan por fracciones
los instantes que transcurrieron
aparcados en la complicidad
del hombre y su mujer…

La suave seda blanca
que cubre tu cuerpo,
dibuja la sensualidad
que por momentos
recorrieron mis manos
antes del camino húmedo
que mis labios dejaron.

La balada en el estéreo
que huye al infinito
nos envuelve de nuevo
y en cada cuota
de letras en acorde
se reinicia la pasión
con el beso en tus labios.

La timidez en el tiempo
se desvanece leve
y al acabar las tres
nuestros cuerpos se calman,
nuestros cuerpos descansan.

1 comentario:

giozi dijo...

Sin comentarios... Me encanta