martes, 12 de octubre de 2010

Enamorado

En el parque, sobre el césped,
en una mañana que no necesita el sol,
te observo consumiendo atenta
a María de Isaacs.

Me pregunto doblegado
por la luz en tu rostro,
cómo se escribirá tu nombre,
cómo sonará tu voz,
qué color tendrá tu mirada,
hacia donde navegan tus pensamientos
en tardes adornadas de nostalgia,
cual será el aroma de tu cabello negro
que ahora cae sobre tus hombros.

Te observo…
y en esas miradas ignoradas
se afilan las fantasías,
se aglomeran los recuerdos,
se detiene un futuro inexistente,
hasta la próxima mañana
en que vuelva a verte.

1 comentario:

giozi dijo...

Me encanta, es muy tierno y puro. Me vino a la mente mi época de adolescente, cuando anónimamente tenía un amor platónico. :)