viernes, 19 de agosto de 2011

Un final felíz

Desperté muy temprano
para verte sonreír…
pero tu almohada fría
y la nota en el velador,
hicieron pensar lo peor…

Cita a ciegas en la King Street,
noche de nieve y resurrección,
mesa para dos en el Geranio,
el cepparello y la emoción.

Y mientras la luz que brotaba
de las llamas de la chimenea
dibujaba tu camino,
te vi llegar entre aromas de azucenas
y gladiolos en tu nombre.

Si no te conocía fue fácil saber de ti,
tus ojos hablaban lo que quería escuchar.

y el tiempo transcurría,
se deslizaba entre tus labios,
en el flameado crème brûlée,
en el fuego de la chimenea,
en el cuarto de un hotel…

Desperté muy temprano
para verte sonreír…
pero una nota me decía:
te espero abajo… mi amor.

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