viernes, 10 de octubre de 2008

Adiós

Ni me sirven tus palabras
ni me sirve tu silencio,
ando perdido en este camino duro,
atisbando los recuerdos
de aquello que no sucedió.

No escucho tus voces
ni veo la sombra de tus ojos,
y aun cuando no me sirve tu mirada
esperare el momento amargo
en que te pueda decir adiós;
que de nada sirve el amor
para quien ama en soledad.

Y para el día en que ya no estés,
luego de haber muerto un poco,
luego de haber caído de rodillas,
luego de haber sido eso que no fui,
mis parpados llenos de cansancio
no querrán que mis ojos te vean,
mis labios no dirán tu nombre,
y mis manos no rozaran tu piel,
aquella, que un día extrañaron tanto.