sábado, 14 de mayo de 2011

Te digo adiós

Debí decirte que te quedes
pero adiós quedó mejor,
mis palabras en un laberinto
desordenaron mi voz.

Y en esa noche azulada
de sombras confundidas,
tu espalda siguió el camino
que tu rostro enmudecido
entre lágrimas trazó.

Mis brazos se quebraron,
mis manos quisieron huir,
mis pies ya no sostenían
y mi alma arrinconada
-queriendo que te quedes-
debió decirte… adiós.

1 comentario:

giozi dijo...

Wow Lalo, me encanta... felizmente no estoy de mal de amores, porque si no es con las que lloraría hasta morir